En esta ocasión vamos a hacer un gastromoto atípico, ya que no será un restaurante, ni una sidrería o pulpería como habitualmente venimos haciendo….esta vez es una cervecería. Mas de uno se preguntara, ¿un gastromoto en una cervecería?, ¿cómo puede ser eso? Comenzaremos diciendo que se trata de la cervecería VOR , situada en el centro de Gijón, zona de difícil aparcamiento sin pagar la ORA pero que en moto no ofrece dificultad. Es un establecimiento de pequeñas dimensiones, con taburetes, mesas altas tipo cervecería irlandesa, bien decorada con una iluminación tenue y acogedora, con una limpieza digna de tener en cuenta.
http://www.cerveceriavor.es/
Este establecimiento se ha especializado en unos cuantos platos de lo que se viene conociendo como comida rápida, pero con un nivel de calidad y presentación nada habitual en este tipo de negocios. Como cervecería dispone de una buena variedad de bebidas cerealistas
La carta no es muy amplia, destacamos la hamburguesa casera de carne de buey, las salchichas alemanas rojas y blancas, las alitas de pollo y las pizzas caseras. Últimamente se ha especializado y se esta ganando cierta fama con una tabla de sushi, el típico plato de pescado crudo japonés.
En esta ocasión tan solo hemos comido la hamburguesa casera de carne de buey acompañada con una cerveza tostada de la marca Affigem, típica del local y que está que se sale, eso si… ojo por que tiene 9,5 grados y se sube a la cabeza. ¡Cuidadín si vais a conducir! Mientras esperas por la comida te traen unas aceitunas machacadas al ajo y un revuelto variado de frutos secos que te ponen igualmente si solo consumes bebida y que vienen genial para acompañar los primeros sorbos.
La hamburguesa está sencillamente muy buena. Pan y tamaño normal, la carne de buey pasada al gusto del cliente, con una rodaja de tomate y unas hojas de rúcula verdes y moradas. Con ella te ponen tres recipientes con tomate, mahonesa y mostaza para que cada cual la condimente a su gusto. En alguna otra ocasión hemos probado las alitas de pollo.
Es el plato que más fama tiene, buena calidad, bien rebozadas y crujientes. La ración es de tamaño normal y el precio justo, unos 8 euros.
En definitiva un sitio acogedor para ir a merendar o cenar a un módico precio de entre 9 y 15 euros dependiendo lo que se como y se beba, (el local abre todos los 7 días de la semana a las 5 de la tarde). Una comida rápida como las que habitualmente se sirven en hamburgueserías, pero con mucha más calidad, una atención personalizada y amable en un ambiente distinto. Comparando el local con otros del mismo ramo de la comida rápida le puntuamos con un notable alto. Es una pena que el local sea tan pequeño y que disponga de pocas mesas. Sin duda volveremos .