Aprovechando un maravilloso día primaveral nos fuimos al extremo más occidental de Asturias, Castropol, para detenernos en el Restaurante Peña Mar, un clásico de la zona.
http://www.complejopenamar.com/restaurante.html
Está situado a la entrada de la villa marinera de Castropol (que merece una visita), en pleno cruce,no tiene perdida. el bar está decorado en maderas nobles y repleto de relojes y carrillones, solamente por verlos ya merece la pena una parada.
El restaurante es especialista en pescados de roca y a la parrilla. Nosotros aprovechamos para degustar el menú de fin de semana del local (15 euros persona). La decoración de los comedores muy elegante, mantelerias de tela, sillones estilo Luis XV como sillas y el servicio muy correcto y profesional (aunque pocos camareros para la cantidad de mesas, pero aún así eficientes). Las cantidades de comida las justas, que nadie espere unas raciones mastodonticas…eso si son raciones suficientes para salir contento del local.
Como primero degustamos unas alubias con molusco, fabes con almejes para los asturianos, ¡¡que estaban de muerte abuelaaa!! De diez, una de las mejores que hemos probado por calidad, cocción y sabor del caldo (nada del típico caldo muy aguado que se suele servir). Las almejas de calidad alta y en buena cantidad.
Un arroz marinero fue el acompañante de les fabes. Una paella bien realizada, arroz en su justo punto y recién salido de cocina (nada de arroz preparado con antelación y recalentado). Cantidad apreciable de almejas de calidad superior. Un nueve para este arroz.
Como segundo nos pusimos de acuerdo y probamos la merluza con salsa marinera…De sobresaliente…nada que objetarle. Buena calidad y preparación.
Todo ello acompañado por un vino joven (D.O. Utiel-Requena) muy adecuado y en su punto de sabor.
El postre consistió en flan casero, cantidad la justa pero de muy buen sabor.
Resumiendo…un restaurante de lujo a precio de proletario para degustar una buena comida, bien preparada y de calidad en un marco con sabor de otros tiempos. El único pero las cantidades, justas para lo que se estila en Asturias, pero suficientes. Nuestra nota un nueve. Volveremos.