Día de verano espectacular con temperaturas cercanas a los 30 º. Decidimos recorrer parte del antiguo Camino Real que comunicaba la meseta con Oviedo. Este camino del siglo XVIII, en su mayoría, sigue el trazado de la N-630 desde Pajares hasta Oviedo, pasando por los puertos del Padrún y La Manzaneda, desviandose aquí hacía el Pico Lanza/Llanza por una estrecha carretera comarcal, que nos lleva al Palacio de la Zoreda, para llegar hasta la Manjoya y entrar en Oviedo por el Barrio de San Lazaro. Recoorimos estos antiguos caminos, saliendo a Tudela Vegín y pasando antes por la Iglesía preromanica de Santa María de Bendones, una joya del siglo IX poco conocida. Después nuestra ruta nos llevó a Campo de Caso, siguiendo la AS- 117, una carretera ancha, buen asfalto y que pasa por todo el Valle del Río Nalón, donde podemos ver la decadencia industrial de la minería y los intentos por reconvertir estos preciosos valles en algo productivo. Como en esta zona tambien se come muy bien, nos decidimos a probar otro de esos restaurantes que algún amigo nos había recomendado (la verdad que no damos abasto).
Hablamos del Restaurante Prau de la Chalana. Está situado en la Antigua Carretera AS252, cerca de Entralgo, al lado del famoso puente (y playa fluvial) de La Chalana, en Laviana. Es un local grande, con mesas exteriores, buena terraza y comedor moderno, bien decorado. Las mantelerias de papel de color (que queda más elegante, pero es papel) y una carta muy amplía. El servicio muy amable, sin tachas. Los precios un pco más caros que la media en locales de este tipo bar-sidrería, quizas 1/2 euros por encima del precio que considerariamos justo.
En esta ocasión hemos probado el menú de fin de semana a 20 e, con café y un vino Rioja crianza en su punto de cosecha y sabor. Mucho donde elegir. El entrate de pastel de puerros sabroso y bien preparado. La fideua de zamburiñas bien de cantidad y sabor. La ensalada quizas lo más flojo, pero es una ensalada a la que mucho más no le podemos pedir.
Los platos fuertes fueron el salmón de Alaska (fuera del menú): Muy rico y suave; El rodaballo: De calidad alta y bien preparado y unas costillas a la parrilla: Buen sabor y bien hechas.
Los postres todos caseros, de notable. Nuestra nota un siete. Calidad de los productos de notable, cantidades normales para Asturias (no se sale con hambre) y el precio quizas un par de euros por encima de nuestras espectativas para otorgarle mejor nota. Un buen lugar para comer en esta zona.