Un día lluvioso nos llevó a sacar un par de motos del garaje y a comer en la capital del Principado de Asturias…la jornada motera no dio para mucho más.
Nos acercamos al Bodegón de Teatinos, un restaurante-vinatería situado en el barrio de Teatinos en la zona norte de Oviedo. Una zona repleta de vinaterías y sidrerías muy frecuentada por los aficionados al tapeo y al buen beber.
http://www.elbodegondeteatinos.com/
El local es un antiguo bodegón (lugar donde se despachaban vinos) fundado en 1955 y que regenta la misma familia desde entonces. Está totalmente reformado, decoración muy cuidada, limpio, una atención muy buena y un ambiente agradable. Dispone de salones para reuniones y comidas en grupo y pequeños recovecos para comidas más intimas. recomendable tomarse un vino en barra o visitar la tienda de productos que tiene en su interior.
Las mantelerias de tela, se respira tranquilidad, servicio esmerado en el restaurante, buena atención, amables y profesionales. La calidad de las viandas de notable, nada que objetar. El único pero sería que tardan un poquito en servir, pero no es nada exagerado…eso si la pequeña espera merece la pena. Nosotros nos decidimos esta vez por unas croquetas caseras de cabrales (7,50 e). Exquisitas. En la foto aparece Isidrin, el famoso escanciador automático que nosotros usamos para saborear una buena sidra de Trabanco.
De segundo nos decantamos por un cachopo de setas (12,80 e). De tamaño lo justo para dos personas. No es un cachopo gigantesco como los que se estilan hoy en día en Asturias pero por ese precio es lo adecuado. La calidad de las setas, el jamón, queso, nata y rebozado de nueve.
Probamos el postre casero de tarta María Luisa, muy rica y ración de doble tamaño que en otros lugares.
En otras ocasiones hemos degustado otras especialidades como el pastel de pulpo, el de cabracho, lenguado al horno, carnes etc. Disponen de menú de fin de semana con tres platos por 16 euros y ofertas de en barra muy apetecibles. Merece la pena por la calidad-servicio-ambiente-precio.
Nuestra nota un notable alto. Volveremos.