Aprovechando un día soleado nos dirigimos al Puerto de Pajares, tradicional paso entre Asturias y León con su maravilloso puerto repleto de curvas y preciosos paisajes. En la linde provincial se alza el antiguo Parador Nacional de Pajares, inaugurado en 1953, con una arquitectura alpina impactante. En 2004 cerró sus puertas y a finales de 2017 fue reabierto por un empresario menorquín que ha tenido que cambiarle el nombre (ya no es Parador Nacional) y llamarlo “El Mirador de Pajares”. Debajo un video de su inauguración:
El local ha sido reacondicionado, guardando parte de su antiguo ambiente y decoración, aunque ya no tan suntuoso. Las vistas, eso sí, se conservan y son espectaculares. Merece la pena detenerse para tomarse un café o un vino (acompañado de una tapa de cortesía) o para comer algo en el restaurante. La parte del hotel nos han comentado que se reabrirá para el año que viene.
De momento el restaurante está comenzando con platos sencillos pero bien preparados. El menú diario está a 12 € y el fin de semana a 15-18€. El comedor, con unos grandes ventanales con vistas al macizo de las Ubiñas y un gran fresco que representa el paso de Alfonso VI y el Cid Campeador por Pajares en 1075 (iban a Oviedo para abrir el Arca Santa), está bien decorado con mantelerías de tela (aunque servilletas de papel) y un servicio muy amable y eficiente.
El menú del día constaba de un entrante de cortesía (una alita de pollo) y dos platos. Como primeros pasta a la carbonara, carpaccio de jamón o garbanzos. Como segundo pechuga de pollo al whisky, lomo de cerdo o plato del esquiador. Todo lo que probamos estaba bien de preparación y sabor. Las cantidades correctas. El postre casero consistía en arroz con leche, de notable.
Como nota mejorable la falta de un segundo plato de pescado, para dar más variedad al menú. El vino del menú un buen cosechero, abierto en nuestra presencia y degustable sin Casera.
Nuestra nota un siete. Buena calidad–precio y un entorno espectacular. Repetiremos.