En Peñafiel, provincia de Valladolid, se encuentra el Restaurante Molino de Palacios. Un lugar encantador asentado en un antiguo y gran molino sobre el río Duraton. Esta situado cerca d ela carretera nacional en el centro del pueblo. en peñafiel es muy recomendable raelizar alguna visita a las numerosas bodegas de la D.O. Ribera de Duero y al Castillo de Peñafiel, una impresionante fortaleza que alberga el Museo del Vino.
http://www.molinodepalacios.com/
El local es muy original, conservando el tipismo de los asadores castellanos dentro del entorno de un antiguo molino de harina. Las mantelerias de tela, el servicio eficiente, decoración muy bonita y el ambiente muy tranquilo, con una terrazita sobre el río Duraton muy recomendable para tomar algo. Para comer tienen los comedores en el interior. La carta es amplia con especialidad en carnes al horno.
Nosotros nos decantamos por 1/4 de lechazo al horno (suficiente para dos personas) por 40 euros, acompañado por agua y media botella de un Ribera de Duero Valdubon Roble (10 euros). El vino muy correcto, un roble en su punto de temperatura, sabor y aromas. Es un buen detalle tener una amplia carta de vinos con la opción de botella o media botella. Los precios son justos, pero no es barato. El lechazo bien de tamaño, buen sabor y perfectamente hecho al horno. La nota para el lechazo un ocho.
Para finalizar nos pedimos dos cafés….mal sabor y a 1,85 euros cada uno…muy caro para un restaurante. No recomendamos tomar el café en este lugar.
Nuestra nota un siete. Un lugar bonito y original, buen servicio y el lechazo está bien preparado. Café muy mal.