Nos aconsejaron acercarnos a este lugar para probar sus afamadas carnes. Nada más llegar vemos que el restaurante esta albergado en lo que en alguna fecha fue el casino de esta localizad occidental Asturiana, de ahí su nombre. Esta situado en el Parque del Toral s/n, tel: 985 80 72 49 en Pola de Allande.
En la Localidad LLandesa se nota que en otros tiempos hubo un cierto esplendor económico y que una parte de la gente gozaba de cierta bonanza económica por lo que se hizo un casino para esta clase social. El restaurante esta ubicado al lado del parque de la localidad y al lado del río que atraviesa Pola de Allande, se encuentra muy céntrico y con fácil acceso, eso si.. a pie. Se trata de un local bastante amplio, muy limpio, con aires de bar, pero que a su vez conserva ciertos vestigios de épocas más elitistas, el comedor esta al fondo del local, pero dentro del mismo bar, dotado mesas de madera amplias y cubiertas con manteles de papel.
Nada más llegar fuimos atendidos por Sergio que es quien regenta el local desde hace unos 20 años. Para comer pedimos como primeros platos una pasta y una ensalada con frutos secos. La pasta muy bien condimentada, buen sabor, y buena cantidad. La ensalada de un tamaño normal, llevaba lechuga de hojas rizadas con trozos de queso, cecina y frutos secos, estaba bastante buena, si bien los frutos secos eran bastante corrientes. A los macarrones rizados de pasta le daríamos como nota un 8 y a la ensalada un 7.
Sin demoras llego la carne, la cual Sergio nos había aconsejado, al tiempo que nos indico que era de una ternera joven y criada en casa. La verdad… decir que estaba exquisita es decir poco, realmente estaba muy muy buena, fresca, tierna y sabrosa y preparada al punto, pese a que a nosotros la carne nos guste más hecha. La ternera venía acompañada con patatas fritas y unos pimientos aparte, siendo una ración amplia, sin duda le damos como nota un 9,5 por eso de que el 10 no se deba dar nunca.
De postre nos decantamos por una compota casera acompañada de lonchas de queso de la zona, la cual nos sirvieron en unas curiosas bandejas y que estaba realmente bien.
La comida la acompañamos con un vino de la casa y agua, siendo el precio por persona de unos 23 euros con los cafés, lo que realmente es adecuado, teniendo en cuenta que comimos a la carta y no de menú.
La valoración global que le damos es de un 8. El local en si, el comedor dentro del bar, el aire a chigre hace que la nota global baje un poquito, eso sí… sin lugar a duras henos comido la mejor ternera que nunca hayamos probado (hasta el momento), el trato ha sido genial , rápido, sin esperas y efectivo, seguro que repetiremos .