Una nueva ruta, en este caso ya veraniega, que nos llevó por las carreteras de los cordales del Pedroso y Bufaran, entre Candamo y las Regueras, donde se encuentran los restos de unas grandes trincheras de la Guerra Civil. Desde aquí la carretera nos llevó a la zona costera asturiana recorriendo las playas y acantilados entre Avilés y Gijón, pasando por las Playas de Xago, Verdicio, Bañuges. Recomendamos detenerse en la zona del faro de San Juan en Avilés, donde tendremos unas vistas espectaculares de la zona portuaria y de toda la costa hasta el cabo Vidio, con las maravillosas playas de Salinas. El cabo Peñas es otra parada obligada, donde los acantilados de casi 100 metros nos dejarán sin respiración.

Pero lo nuestro también es comer, así que nos detuvimos en Verdicio, donde encontramos el restaurante la Fustariega. Es un local muy cuidado, con buen aparcamiento, cercano a la playa e ideal para unas sidras. El servicio muy correcto, mantelerías de tela, carta basada en productos de la mar a precios normales, en consonancia con la zona.


Disponen de un menú del día a 22 €. Hoy estaba compuesto por ensalada de quesos o patatas rellenas de carne como primeros y rodaballo a la plancha o pitu de caleya (pollo) como segundos
En esta ocasión éramos siete gastromoteros y combinamos el menú con la carta. Sobre el menú remarcar que la ensalada era muy completa y abundante, con poco verde y mucho queso (de notable alto), estando las patatas rellenas muy sabrosas.


Todos nos decantamos por el rodaballo..buena cantidad y sabor adecuado, bien.

A la carta solicitamos unas zamburiñas (10 unidades, 16 €), pulpo (18 €), calamares a la romana (10€) y un cachopo de ternera (16 €). Todo muy correcto, buen producto y raciones normales. De notable en preparación-calidad-sabor.




Los postres caseros (flan, helado, tarta de la abuela, arroz con leche), muy ricos y grandes raciones… de sobresaliente.


Resumiendo, buen local a precios justos en una zona bastante cara en general, con una comida de calidad. Nuestra nota un 7,5.
