Despues de una ruta por la antigua AS 338 que parte del Entrego y acaba en Bimenes, enfocamos carretera hacia Nava, donde por la antigua AS357, nos dirigimos a Villaviciosa. Estas dos carreteras autonomicas son una maravilla en cuanto a paisajes y curvas, aunque el asflato está delicado con zonas de baches y gravilla (sobre todo en algunas curvas), por lo que la precaución es obligatoria.
Ya en Villaviciosa, la Villa para los parroquianos, nos decidimos por probar la Sidrería Casa Leo, un local donde alguna vez habíamos parado, pero nunca habiamos comido. Aquí su Facebbook
Está situada en la Calle Manuel Álvarez Miranda, 1, al lado del parque trasero del Ayuntamiento. Tiene una terraza exterior ideal para los días soleados. Nosotros probamos el interior. Local amplio, limpio, decoración tipica de sidrería asturiana y servicio correcto, demasiado serio quizas. Mantelerias de papel y una carta variada con precios justos. No es un local barato, pero está en la media. En barra ofrecen tapa gratis con la consumición, un buen detalle.
Nosotros escogimos el menú del día, a 18 e. un sabado. Precio quizas un euro o dos por encima del que veriamos justo, pero tampoco fue escandaloso.
Como primeros degustamos fabada con liebre (de nueve, exquisita) de la que nos dejaron la perola en la mesa (buen detalle) y pastel de cabracho (buena ración, pastel casero, con sufivientes panecillos, de notable).
Como segundos probamos el bacalao y el entrecot. Los dos de buena calidad, bien preparados y en su punto. De notable.
Los postres no tenían mucha variedad, pero eran caseros y el flan de queso estaba muy rico. De nuevo un notable. Los vinos que acompañan al menú son cosecheros (calidad normal), por lo que deberían poner uno de mejor calidad para ir en consonancia con el precio del menú.
Nuestra nota un 7,5. Local agradable, buena calidad de los productos, todo bien preparado y precios normales.
