Un restaurante al lado de la playa en pleno centro de Zahara. No es un chiringito de playa. Decoración y servicio buenos. Carta variada con productos originales. Comimos un par de platos a la carta (chopos a la plancha y albóndigas de atún de almadraba). Todo muy bien preparado y buenas cantidades. Precios asequibles. 21 euros dos platos, postre casero de tarta de manzana (de 10) y agua.
Nota: un notable en invierno, en verano habrá que puntuarlo de nuevo..