En una plaza muy coqueta, al lado de la Mezquita, cerca del famoso restaurante caballo Rojo. El callejón para llegar a él merece una visita. Es una taberna decorada con motivos andaluces y de toreo, aunque la música de ranchera mejicana desentonaba. Las tapas a precio normal, cantidad buena y el servicio correcto. Un lugar bueno para tapear en un ambiente cordobés en su terraza. Probamos el pescado rebozado Japuta y una manoletina (atún, pimiento y banderilla), buenos y bien hechos. Como nota un siete.